El fútbol pareciera ser lo más importante de lo menos importante en la vida, pero cuando uno visita Argentina, todo cambia, todo se distorsiona y el fútbol es el tema central de un país que no atraviesa la mejor de las situaciones económicas, pero siempre una pelota, una cancha, son el remedio ante cualquier mal en el sur del continente.
Desde que uno llega a Buenos Aires, palpa la fiebre y la pasión por un solo deporte, pero así mismo, uno llega habido de conocer los lugares más emblemáticos de un país lleno de magia, repleto de gente cálida y con una energía monumental por cada una de sus bellas avenidas, sus edificios, su gastronomía y todo lo que implica la Argentina.
Tuve la dicha de ir a uno de los partidos más importantes a nivel mundial, el clásico de América, BOCA JUNIORS vs River PLATE, ¿Por qué? Porque cuentan historias, porque la información que llega habla de un partido “mágico” en el estadio en donde quizá se centra más la pasión de un deporte, la denominada “Bombonera” ubicada en el antiguo barrio de la Boca, un inmueble viejo pero que representa el latir de un equipo, una ciudad y un país entero; El Boca- River, es un clásico de sangre, un clásico repleto de emociones que te trasladan a los mejores años de Juan Román Riquelme, de Martín Palermo, Batistusta, Marcelo “Muñeco” Gallardo y sobre todo de Diego Armando Maradona.
El juego, como lo soñé, desde que uno llega 3 horas antes a la cancha, vive la pasión “previa” del clásico de otra manera, el asado y el fernet predominan en las calles aledañas al compás de música de cumbia y uno que otro aroma extraño en las inmediaciones del recinto de guerra, los hinchas preparan los trapos y los cánticos para lo que será la fiesta del fútbol.
Dos horas antes la cancha está a tope, no cabe un alma más, Boca sale a calentar y el corazón del estadio no tiembla, “LATE”, porque así lo han denominado los hinchas del Xeneixe; Cuando Armani, guardameta del equipo rival sale a realizar los movimientos pre-competitivos, la Bombonera se convierte en el infierno más temido para cualquier atleta, la hinchada arremete con insultos y recuerdos como aquél “SE FUE A LA B” que no dejó de sonar en los 90 minutos.
Lo que pasó en la cancha quedó de lado para un mortal como yo, boca cayó 0-2, pero la salida de los equipos significó mucho para mí en recuerdos con mi hermano Rodrigo Barragán, en paz descanse, en anécdotas con mis amigos y en un sueño de vivir esa experiencia, la historia de contar lo vivido, la magia de ir a un clásico, la efusividad de gritar y cantar con la 12, la cuál… De ser un libro o bien una película, la titularía “EL SUEÑO DEL PIBE”, porque lo que representó ese partido, ese viaje, fue más allá de 11 vs 11, fue todo y nada, fue el fútbol y miles de sentimientos encontrados, fue lograr un sueño, pero así mismo, fue motivarme a seguir cumpliendo metas, sueños y seguir redactando historias.
Cabe señalar que la pasión que representa un clásico como este, repercute en la vida cotidiana del hincha Bostero o del hincha de River, al salir de la cancha de Boca, un taxista con la remera de Boca, dudó en subirme a mí y mi señora madre, pues tras el argumento de “Perdió Boca”, el conductor señalaba que ya no trabajaba más, pues Boca había perdido ante el rival “odiado” y siendo las 4 de la tarde, el hombre ya no trabajaría más por el resultado, mientras que del otro lado, la fiesta en el predio de River, ubicado en Ezeiza, era la fiesta total, al final me subió porque portaba playera de cavan, me llevó a San Telmo y charlamos de lo mal que planteó el juego Almirón.
La mitad + 1 , porque uno conoce estadios, el Azteca, el estadio Universitario, el Akron… Pasiones increíbles por equipos como América, Tigres, Guadalajara, pero lo que implica un Boca juniors, River late, Racing, es diferente, tienes que vivirlo para sentirlo, tienes que estar ahí para presenciarlo, tienes que verlo y no imaginarlo.
Este deporte es maravilloso, este viaje me permitió conocer el estadio de Racing, de Independiente y del Platease, al cuál me toco ver jugar vs Argentinos Juniors en una jornada repleta de clásicos de la Copa Argentina, pero sin lugar a dudas, el sentimiento de un Boca vs River, se lo puedo recomendar a todos aquellos amantes, seguidores y soñadores de un solo juego, de un deporte, de una pasión.
No tengo más que agradecer a Dios, a la vida y a mi hermano, por permitirme vivir una experiencia inigualable, con la cual no me queda más que decir ¡DALE BOCA!.
Para todos los radioescuchas de #Los40León que comparten la misma pasión por el futbol, atentamente, Beto Barragán, colaborador de #Deportes40.
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